La vida y el legado de monseñor Juan José Gerardi, quien se desempeñara como el primer coordinador de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), fue caracterizado por el gran amor que tenía para la gente. Así lo resalta Nery Rodenas, director ejecutivo de esta institución, al evocar el 26º aniversario del asesinato de Gerardi, que se produjo el 26 de abril de 1998. El 24 de abril de 1998, se publicó el informe «Guatemala Nunca Más», que detallaba las numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado interno entre 1960 y 1996, en su gran mayoría cometidas por las fuerzas de seguridad del Estado.
«48 horas después de la divulgación de esta documentación histórica, escribe la ODHAG, el religioso católico fue brutalmente asesinado en su domicilio de la parroquial de San Sebastián, en la zona histórica de la capital de Guatemala. Este asesinato no solamente conmovió a toda Guatemala, sino a todo el mundo».
«Por sus labores pastorales en las Verapaces y el Quiché, conoció y vivió por cerca la precaria situación de nuestros compatriotas en las zonas rurales», afirma Rodenas, quien también recuerda que «como cristiano, no pudo tolerar la discriminación y la exclusión de los pueblos originarios». En efecto, «fue él que instruyó a los sacerdotes estudiar la lengua materna de los indígenas para celebrar la Santa Misa en sus idiomas». Además, «fomentó el trabajo en conjunto de los campesinos a través de cooperativas para mejorar las condiciones de vidas de la población rural».
«Todo este involucramiento demuestra el gran amor al prójimo que ha caracterizado Monseñor Juan José Gerardi hasta su muerte. Cada año nos recordamos de este gran profeta, de este gran hombre y hermano».
La ODHAG impulsa distintas actividades con motivo de la conmemoración. Entre ellas, se organizan exposiciones fotográficas en varias localidades tanto en la Catedral Metropolitana como en la Casa Parroquial de San Sebastián desde el 23 hasta el 28 de abril. También se prevé una oración interreligiosa en la Plaza El Sagrario y una caminata desde la catedral hasta la Parroquia San Sebastián, donde en el mismo parque se rendirá un homenaje a monseñor Gerardi en su monumento.
Rodenas sostiene que en este momento la conmemoración del martirio tiene un significado más profundo, puesto que desde el 25 de marzo comenzó el proceso por genocidio contra el General Benedicto Lucas García. El director ejecutivo de la ODHAG evidencia que «fue exactamente el trabajo de Monseñor Gerardi y de más de 600 animadoras y animadores de la reconciliación que recolectaron más de 5,000.00 testimonios sobre los asesinatos y masacres ejecutados en un 92% por las fuerzas de seguridad del Estado».
«El primer coordinador de nuestra oficina siempre ha soñado con una Guatemala justa, equilibrada y democrática, donde todos los pueblos están integrados. Con el proceso contra un alto mando militar se ve finalmente una voluntad del Estado de reconocer sus crimines cometidos durante el Conflicto Armado Interno y dar un primer paso por una verdadera reconciliación. Por todo eso Monseñor Gerardi ha luchado toda su vida», concluye Rodenas.