Uno de los lugares de mayor interés histórico de la República Dominicana es conocido como La Isabela, considerada como la “Puerta de América”, pues es la primera ciudad del nuevo mundo y el único sitio en donde el almirante Cristóbal Colón habitó una casa en el continente.
La ciudad fue una mezcla de puerto, astillero, aduana y almacén, a través de la cual se canalizaba todo el tráfico entre la isla y España. A partir de 1496 sus habitantes empezaron a emigrar a otras partes de la isla. Ya para el año 1500 había sido abandonada por completo.
Todo comenzó el 7 de diciembre de 1493 cuando Colón buscando un nuevo lugar para poblar, toma rumbo Este, hasta llegar al río llamado Bahabónico o Bajabónico, en la costa Norte de La Española (provincia de Puerto Plata); en donde, tres días después, iniciaría la construcción de esta primera ciudad del nuevo mundo.
Colón eligió este emplazamiento -en sustitución del Fuerte de La Navidad- en la costa norte de La Española (provincia de Puerto Plata), donde actualmente existe un parque arqueológico, en el cual se visualizan los cimientos del asentamiento hecho por los españoles hace 530 años.
Allí el marino de origen genovés fundó esta primera ciudad del “Nuevo Mundo”, el 10 de diciembre de 1493, en ocasión de su segundo viaje al continente y que llamó la Isabela en honor a la reina Isabel La Católica.
Una vez en tierra, el Almirante repartió solares entre todos, tiró líneas y trazó calles. Empezaron con la construcción de un templo, un hospital, un almacén de provisiones y una casa para el genovés, todas estas de piedra.
El resto de viviendas serían construidas con maderas y otros materiales ligeros. En total se llegaron a construir unas doscientas casas en apenas cuatro días. Toda una proeza.
Es importante reiterar que la Isabela es considerada la primera ciudad fundada por los españoles en el nuevo mundo ya que, a diferencia del Fuerte Navidad, tenía características de ciudad, con edificios en piedra, una iglesia y un hospital, así como lo relató Bartolomé de las Casas.
Además, aquí fue celebrada también la primera misa católica en América, a cargo de Fray Bernardo Boil, acompañado de 12 sacerdotes, el 6 de enero de 1494.
Unos pocos meses después fue creado el primer cabildo de América presidido por Diego Colón, hermano del Almirante, y con Fray Bernardo Boil y otros como vocales.
La ilusión y las esperanzas dieron fuerzas a todos, pero pronto muchos de los habitantes comenzaron a enfermar. Además, la alimentación era muy mala y no ayudaba a recuperarse.
Se ha investigado mucho esta epidemia que atacó a esta expedición y se ha llegado a la conclusión de que una piara de 8 cerdos subidos a bordo de una de las naves en la isla de Gomera fue la posible causante de una epidemia de influenza porcina que enfermó a cientos de españoles y terminó extendiéndose por toda la isla afectando a los nativos.
Como consecuencia de todo esto, la existencia de este primer centro urbano tuvo una vida muy efímera. En menos de cinco años habría sido abandonada y convertida en una auténtica ciudad fantasma.
En 1496 Colón vuelve nuevamente a España, dejando a su hermano menor Bartolomé Colón como gobernador de la isla.
Bartolomé empezó a explorar la parte sur de la isla. Los hallazgos de minas de oro en esta área llevaron a los colonos hacia esa zona fundándose la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, en la desembocadura del río Ozama.
La Nueva Isabela, que más tarde tomará el nombre de Santo Domingo de Guzmán, se fundó casi tres años después, el 5 de agosto 1496.
Esta se levantó en la orilla oriental del río Ozama y al ser destruida por un huracán en 1502, fue refundada en la ribera opuesta por el Gobernador Nicolás de Ovando.
Es bajo el gobierno de Nicolás de Ovando y sucesivamente de Diego Colón, hijo de Cristóbal, Santo Domingo que se empezó a desarrollarse y fueron construidos algunos de los esplendidos edificios de la zona colonial, considerados hoy Patrimonio de la Humanidad.
Rafael Baldayac