Inicio Noticias Convento de La Santa, casa natal de Santa Teresa de Jesús, es...

Convento de La Santa, casa natal de Santa Teresa de Jesús, es proclamado basílica menor

231

La petición fue realizada por el obispo de Ávila, ahora administrador apostólico, José María Gil Tamayo, respaldada con los informes y datos aportados por la Orden del Carmelo.

La petición fue realizada por el obispo de Ávila, ahora administrador apostólico, José María Gil Tamayo, respaldada con los informes y datos aportados por la Orden del Carmelo.

La concesión del título de basílica menor se contempla en el decreto firmado por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que recuerda que dicho título «trata de intensificar el vínculo con la Iglesia de Roma y con el Santo Padre, además de promover, al mismo tiempo, su ejemplaridad como centro de particular acción litúrgica y pastoral en la diócesis».

Una basílica es un templo «considerado como el centro espiritual y de evangelización de una comunidad y sirve también para difundir una devoción especial a la Virgen María, a Jesús o algún santo, en este caso la devoción a Santa Teresa de Jesús».

Un verdadero regalo para este Año Jubilar que se está celebrando con motivo del IV Centenario de la Canonización de la Santa andariega.

Las basílicas menores tienen esta denominación para distinguirlas de las cuatro basílicas mayores que hay en Roma (San Pedro en el Vaticano, San Pablo Extramuros, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor), que poseen un altar mayor en el que solo el papa y sus delegados pueden celebrar la santa misa.

Proclamación de la Basílica

“Un acontecimiento que pasará a la Historia”. “Un gran regalo para la diócesis y, por supuesto, para la ciudad de Ávila”. Son dos de los calificativos con los que nuestro Administrador Apostólico se refirió a lo acontecido este sábado 27 de agosto en la iglesia de La Santa. O, mejor dicho, la Basílica de Santa Teresa de Jesús, pues ese día Mons. Gil Tamayo presidió la solemne celebración en la que el templo edificado sobre la casa natal de la mística abulense se elevó a rango de Basílica Menor. Sin duda, un momento para el recuerdo, marcado con rojo en el calendario de este Año Jubilar que estamos celebrando con motivo del IV Centenario de la Canonización de Santa Teresa.

 

Peregrinos

En cambio, las basílicas menores «suelen ser santuarios y catedrales que reciben una importante cantidad de peregrinos por su importancia histórica, como es el caso de la iglesia de La Santa, centro mundial de peregrinación teresiana por excelencia». Existen más de 1.500 basílicas en todo el mundo, la más antigua es la de San Juan de Letrán, que data del año 324.

Una basílica debe «expresar claramente el vínculo particular con el que se une a la Cátedra romana de Pedro», por lo que debe celebrar cada año la fiesta de la Cátedra de San Pedro (22 de febrero), la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio), así como el aniversario de la elección o el comienzo del supremo ministerio pastoral del Santo Padre.

Las basílicas ofrecen la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria: «los fieles que visiten la basílica con alma piadosa y participen en ella de algún rito sagrado, o al menos recen el Padrenuestro y el Credo, pueden obtener la indulgencia plenaria en las condiciones habituales (confesión, comunión, oración según las intenciones del papa).

Esto se consigue en determinadas fechas como el día del aniversario de la dedicación de la basílica, el día de la celebración litúrgica titular (15 de octubre: fiesta de Santa Teresa); en la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio); en el aniversario de la elección del papa; una vez al año en el día establecido por el Obispado, que este caso será el 28 de marzo, día del nacimiento de la Santa; y «un día al año a libre elección de cada fiel».

La basílica tiene la posibilidad de utilizar el emblema pontificio (las llaves decusadas o cruzadas) en los estandartes, en el mobiliario, o en el sello; y el rector del templo «puede usar la muceta negra con bordes, ojales y botones rojos, en la sotana y en la sobrepelliz» como «pequeño signo de honor.