En todas partes existen políticos resentidos y nuestro país no es la excepción, ya que también los hay. Nos da la impresión de que el dirigente del Partido Revolucionario Moderno, Ramón Alburquerque es uno de los tantos políticos frustrados y resentidos que conocemos, en esta ocasión por no ocupar ningún cargo en el gobierno al que contribuyó para que llegara al poder.
Recientemente el ex senador por más de un período, en representación de la Provincia Monte Plata, se destapó con la ridiculez de que si el gobierno de Abinader no le busca una solución al alza de los artículos de primera necesidad, es posible que no repita en el poder para las elecciones presidenciales del año 2024.
El asunto es que a Alburquerque parece que se le olvidó que el alza de precios en los alimentos y otros productos que no son de primera necesidad, no es exclusivo de la República Dominicana, sino algo generalizado por los efectos de la pandemia, además de que el gobierno no tiene fabrica, pero tampoco comercializa ningún comestible, pues el comercio está regido por la ley de la oferta y la demanda, por lo que solo personas con resentimientos como él y deseo de hacer oposición al gobierno son capaces de salir con semejante disparate.
Alburquerque está fuera del gobierno debido a que rechazó el cargo que le ofreció el Presidente Abinader, pues aspiraba ser cabeza de ratón, no cola de león, por lo que se negó aceptar una posición supuestamente de segunda categoría, aunque con el mismo sueldo de la figura central.
En la actual coyuntura ni siquiera los más indicados para hacer oposición acusan al gobierno de ser el culpable de la inflación que está haciendo estragos en todos los países del planeta, ya que la actual pandemia amenaza con una hambruna de grandes proporciones que puede llegar a provocar estallidos sociales con sus secuelas, que es preferible ni pensar.
Aunque los gobiernos están subsidiando alimentos a través de los programas de asistencia social, esto no podrá permanecer por mucho tiempo, pues se están gastando miles de millones de dólares diarios para contener a los infectados por la pandemia así como los fallecimientos, pues todos sabemos que esta pandemia no tiene precedente en la historia de la humanidad y contenerla tendrá un costo muy elevado.
Lo de Ramón Alburquerque es compresible al igual que otros dirigentes que trabajaron para que su el partido llegara al poder, y es que todo el que trabaja para que su organización resulte victoriosa en las urnas merece ser compensado con un puesto en el gobierno, acorde con sus habilidades y preparación académica, cualidades que no les faltan a Ramón Alburquerque, pero que lamentablemente no hay espacio para todos los ´´ compañeros´´.
Ramón Alburquerque debe estar consciente de que él no necesita cargos en el gobierno para sobrevivir, porque a través de su exitosa carrera política, sino es un mal administrador debe poseer recursos económicos suficientes para no mendigar.
Si estuviéramos en el lugar de Alburquerque, practicaríamos la política para mantener vigencia, aceptando una posición honorifica y con ello haríamos una demostración de desprendimiento y humildad. El dinero no siempre es lo más importante en la vida, el dinero sirve para comprar bienes, pero no da la satisfacción del desinterés, que es el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos y generaciones que nos siguen. La ambición es dañina, veámonos en el espejo del ex presidente Danilo Medina, que por la ambición desmedida de poder hoy se encuentra aislado, sufriendo callado, y no se le ve, pero tampoco se escucha, es como si tuviera vergüenza de sus desatinos.
Felipe de Js. Colón