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Carta Pastoral, nuestros obispos y la Virgen de la Altagracia

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La esperada Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano, nos trae este año como título: Nuestra Señora de la Altagracia, un regalo de Dio al pueblo dominicano. Contiene cinco apartados  distribuidos en veintinueve números.

Los obispos, envían a todos los dominicanos palabras de fortaleza ante los difíciles tiempos que estamos viviendo a causa de la pandemia Covid-19, y también palabras de esperanza. Se disponen, además  a celebrar los 100 años de la Coronación Canónica de la Imagen de la Altagracia.

¿Y porqué la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia ha sido un regalo para el pueblo dominicano? por su manifestación a través de tantos favores que por su intercesión recibimos como nación.

Hoy más que nunca necesitamos de su intercesión, como Madre Protectora  para pedirle que no aparte de nosotros su protección.

Nuestro país ha sido bendecido por Dios, por dejarnos a María, su Madre, como Patrona del Pueblo Dominicano bajo la advocación de la Virgen de las Mercedes, y como Protectora de los dominicanos en la Virgen de la Altagracia.

Según una antigua tradición,  el padre de una joven, apesadumbrado por no poder llevar el regalo solicitado de su hija, de regreso a Higüey, y pernoctando en la posada del Paso de los dos Ríos, –en Hoyoncito, camino de Higüey por Hato Mayor,  no podía ocultar su tristeza, y al contar su preocupación, de repente, un hombre de edad avanzada, de barbas y tez blancas, se le acercó con un pliego en la mano y le dijo: “He aquí lo que tu hija quiere, llévaselo”. El anciano no quiso aceptar nada a cambio, porque realmente esa imagen era un regalo de Dios y de nuestra querida Madre del cielo. Cuando la hija del hacendado español vio la imagen, saltó de alegría, pues era la Virgen de su sueño.

Es historia real que miles de las imágenes reproducidas de la Virgen de la Altagracia están expuestas en casi todas las casas, parroquias y capillas.

Para honrar a la Virgen de La Altagracia existían dos conmemoraciones: la del 15 de agosto y la del 21 de enero. Siendo Arzobispo Mons. Alejandro Nouel, fue declarado el día 21 de enero, día de fiesta nacional y religiosa.

En la imagen de la Virgen de la Altagracia se refleja el rostro de una mujer discípula del Señor.

Que en la celebración de este centenario, Iglesia y Pueblo, confirmemos el pacto del reencuentro con la Virgen de la Altagracia.

Ponemos en sus manos protectoras a todo el Pueblo Dominicano, a sus autoridades, y a los responsables de la salud y del orden público.

Como María “acojamos y vivamos el Reino de Dios en permanente conversión”.

Al final nuestros obispos bendicen al pueblo dominicano.

Pbro. Felipe de Jesús Colón Padilla

El autor es, Juez del Tribunal Eclesiástico.

 

Felipe de Js. Colón