Evangelio según San Lucas 1,39-48.
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. |
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. |
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, |
exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! |
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? |
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. |
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor». |
María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, |
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, |
porque él miró con bondad la pequeñez de tu servidora. |
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz». |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.