Afirma que su vida ha estado de cabeza desde su conversión. Le ha costado amistades y probablemente una carrera política, pero no puede ignorar lo que sabe ahora.
(CatholicHerad/InfoCatólica) «Durante toda mi vida adulta había sido ateo. Aunque de bebé fui bautizado en la Iglesia anglicana de Inglaterra, había rechazado todo lo religioso. Yo criticaba la fe de cualquiera y tenía opiniones muy seculares sobre cuestiones de conciencia.
Alrededor de 2007 estaba pasando por una etapa muy difícil en mi vida personal y mi mejor amiga (que eventualmente se convirtió en mi esposa) me ayudó a superar esos desafíos. Una de las cosas que dijo fue: «A cambio, ¿vendrías conmigo a misa?»
Dado el tipo de persona que era en ese momento dije, con mucha arrogancia, que si iba a ir a misa quería hacerlo correctamente y sugerí que fuéramos a misa en el Vaticano. Ese verano fuimos de vacaciones a Roma.
Ella a menudo me hablaba del Padre Pío y uno de los lugares que quería visitar durante sus vacaciones era San Giovanni Rotondo en la costa del Adriático, por lo que habiendo ido primero al Vaticano, también accedí a visitar San Giovanni.
El día que llegamos fuimos a caminar por la ladera de la iglesia original y en la parte superior había un área plana y pavimentada con un altar y un crucifijo.
Siempre había dicho que cuando pudiera ver los agujeros en las manos y los pies de Jesús, entonces consideraría creer. Era en gran medida una línea estándar: no creería nada sin que hubiese evidencia para ello.
En esa ladera miré hacia el crucifijo y Nuestro Señor estaba allí con los agujeros en sus manos y sus pies y en ese instante – yo no diría que creí, no diría que decidí empezar a creer – en ese instantáneo, lo supe. Sabía que había estado mirando todos estos años sin ver a Cristo crucificado. Allí estaba él frente a mí y entonces supe que Dios y Jesucristo eran verdaderos.
Mi vida ha estado de cabeza desde entonces. Todas mis opiniones originales se volvieron patas arriba. Me ha costado bastantes amistades y probablemente una carrera política, pero no puedo ignorar lo que sé ahora.
Pasé de ser un pro-abortista y así sucesivamente a reconocer la falta de lógica de esos puntos de vista. Me recibieron en la Iglesia Católica unos dos años después en la Iglesia de San Gregorio en Longton, Stoke-on-Trent».
Rob Flello es el ex diputado laborista de Stoke-on-Trent.
