En estos tiempos en los cuales el mundo cambió y nos hemos tenido que enfrentar a situaciones inéditas e inimaginables quiero dedicar este espacio a las mujeres. Una de las razones principales de centrar el tema en las mujeres es porque precisamente en esta etapa de cuarentenas y vaivenes de aperturas y cierres, las mujeres tenemos un papel tan protagónico en esta covidianidad que necesitamos mucha fuerza, fortaleza y soporte espiritual para lidiar con todas las situaciones que nos presentan estos nuevos tiempos.
Este artículo lo escribí el año 2012 en honor a todas esas mujeres que nos han precedido y nos han transmitido sus conocimientos, sus tradiciones, sus sabidurías, especialmente en esa lista se encuentran nuestras bisabuelas, abuelas, nuestras madres biológicas y también esas madres de vida que vamos encontrando en nuestros caminos. Principalmente esas fuerzas es la que más necesitamos ahora para avanzar. Al momento de escribirlo nunca imaginé que íbamos a necesitar tanto la fuerza generacional de esas mujeres sabias. Aquí lo vuelvo a compartir.
¨He sido una persona bendec ida en muchas áreas y una de ellas es en haber conocido y tener de cerca en mi familia biológica a una generación de mujeres que a pesar de no haber tenido la oportunidad de estudiar como la hemos tenido nosotras o de cursar grados académicos elevados se dejaron guiar en el transcurso de sus vidas por la intuición femenina que les llevó a vivir una vida con sabiduría.
Esa generación de mujeres sabias estaba cargada de una fuerza espiritual y material que las convirtió en madronas o matronas, pues en la mayoría de los casos tuvieron que criar solas a sus hijos e hijas, procurarles alimentos, vestirlos, darle cobija a base de trabajo tesonero y muy poco apoyo social, económico y jurídico.
Esas mujeres sabias dejaron a su paso grandes enseñanzas de perseverancia, coraje, sororidad femenina. Esa sororidad que en algunas ocasiones brilla por su ausencia entrando al campo de la competitividad exigida por la sociedad actual.
Cuánto poder manifestaban esas mujeres. Lograron conectarse con el universo a través de la Madre Naturaleza. Desarrollaron el poder de la espera, de la fe activa.
Con todas las exigencias de los nuevos tiempos con tantos roles que la mujer actual debe cumplir muchas veces nos olvidamos de recurrir a nuestra sabiduría, a nuestro poder interior para librar las batallas que en el día a día se nos presentan.
A ti mujer de hoy te digo que tomes un tiempo para detenerte para a través de tu fuerza interior desarrollar tu fuerza exterior. Las exigencias son muchas, los roles diversos en una sociedad que de antemano ha impuesto el estilo de vida y de accionar a seguir. Una sociedad que ha impuesto sus propios esquemas de patriarcado, pero nosotras podemos cambiar los paradigmas trabajando desde dentro, ahí radica nuestro verdadero poder femenino, ahí radica nuestro poder de transformación en todo lo que queramos hacer o emprender.
Recurramos a esa co nexión de nuestra generación de mujeres sabias. Rindámosle tributo en señal de agradecimiento por el trabajo que han hecho en el transcurrir de sus vidas. Volvamos a recorrer el camino, tomadas de la mano, para reencontrarnos con nuestra sabiduría y así lograr lo que Paulo Coelho dice en su obra literaria, Brida,: “A las mujeres les fue entregado algo sutil y frágil pero sin lo cual todo el conocimiento no tiene sentido: La Transformación ”.
Le agrego en esta experiencia actual de mi vida que cada día abro mi mirada y me encuentro con las de ellas. Sus presencias en el viento, en la naturaleza viva, en sus remedios caseros, en sus típicas recetas, en su frases particulares y jocosas me han acompañado en todos estos tiempos. Sus voces me susurran al oído y encuentro las respuestas a mis preguntas cotidianas. Tomada de sus manos camino sobre sus huellas.
