En un evento organizado por la ONU, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, instó a todas las instituciones a tener al ser humano, especialmente a los migrantes y desempleados, como centro de todas las medidas tomadas para luchar contra la pandemia del coronavirus.
Este 28 de mayo, la ONU realizó una videoconferencia sobre la financiación para el desarrollo en la era de COVID-19, que fue convocada por los primeros ministros de Canadá y de Jamaica, y tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
En este evento participaron el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el presidente de la Asamblea General, Muhammad Tijjani-Bande, entre otros jefes de Estado y de Gobierno.
Según la Universidad Johns Hopkins, actualmente hay más de cinco millones de casos de coronavirus en el mundo y más de 362 mil personas han fallecido por el virus.
Hace una semana, el Banco Mundial advirtió que la contracción económica por la crisis actual podría llevar a 60 millones de personas a vivir en extrema pobreza y generar que cientos de millones queden desempleados en todo el mundo.
Según señala la institución, la economía global disminuirá cerca de un 5% y se estima una caída del 20% en las remesas de migrantes, por los despidos masivos en industrias como la restauración o construcción.
El Cardenal Parolin agradeció en nombre del Papa Francisco la organización del evento de alto nivel y resaltó que la “Iglesia permanece cerca de todos los afectados por la pandemia”.
El Purpurado indicó que la situación actual brinda una oportunidad real para buscar soluciones comunes, “nuevas e innovadoras, que no sean divisivas, politizadas o parciales, y que realmente busquen el bien común y el desarrollo humano integral”.
Además, se refirió al sector de la población que se ve incapacitada de mantener a sus familias por el impacto que la crisis ha tenido en el empleo y la economía, al interrumpir las “cadenas de suministros” y aumentar la “inseguridad alimentaria”.
“El momento es realmente crítico, donde la brecha que dividió a los que tienen y los que no tienen se ha ampliado con el riesgo de crear un abismo más difícil de superar”, agregó.
El Cardenal Parolin señaló que, en esta circunstancia, la política debe “estar al servicio de la persona humana” y no explotar a la población con propósitos egoístas.
Asimismo, resaltó que la comunidad internacional debe hacer accesible para todos, “especialmente para los países en desarrollo”, los nuevos tratamientos y vacunas que se vayan descubriendo para combatir y prevenir el virus.
“La Santa Sede desea alentar a la comunidad internacional a abordar los crecientes desequilibrios económicos entre los Estados, mediante la reestructuración de la deuda o la condonación parcial e incluso total”, añadió.
El Cardenal Parolin indicó que es necesario reconsiderar “los bloqueos económicos y comerciales”, ya que actualmente se requiere “buena voluntad por parte de todos para garantizar el acceso seguro y sin trabas a la asistencia humanitaria y de salud para los más necesitados, en particular los migrantes y los desplazados”.
“Si existe una preocupación real por las poblaciones que sufren, entonces debe haber una apertura real para que todas las partes involucradas hagan compromisos” para el cuidado de los necesitados, agregó.
Finalmente, subrayó que la Santa Sede alienta al sector privado y a todos los interesados, a ser parte de este cambio y a “colocar a la persona humana en el centro de todas las deliberaciones y posibles soluciones”.