Mi columna casi coincide con una fecha que aprecio y considero que nos sirve de alimento intelectual, el de 23 de abril ( hoy es miércoles 22 abril del año 2020) pues mañana está dedicado a “El Día Internacional del Libro” ¿Por qué esta fecha precisamente?
Pues se trata de un día simbólico para la literatura mundial, ya que ese día, en 1616, fallecieron: Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes, como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo y William Wordsworth. El Día Internacional del Libro se creó en honor a estos autores fallecidos.
El día mundial del libro, se realiza con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.
La Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 1995, decidió rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.
Estamos conscientes que se ha perdido en deseo de la lectura, reemplazada por las nuevas tendencias tecnológicas, y el poco interés que se refleja desde las aulas tanto las iniciales como las universitarias.
Hay buenos ejemplos en nuestra América Latina de países que al igual que otras latitudes, cada día hacen esfuerzos para que los niños y jóvenes se acerquen la lectura.
Muchos son los factores que han contribuido a que la lectura se ponga en el olvido.
Escritores diversos y buenos, aportan con sus grandes ideas y ejemplos. No obstante muchos gobiernos no han proyectado ese mismo deseo ya que los insumos y los caros impuestos impiden la adquisición de los libros.
Los jóvenes les gusta lo rápido, lo fácil, sin tener que buscar a través de grandes volúmenes, letras, explicaciones y resultados que les toman meses, días, horas.
Lo más lógico es, lo ahora y rápido. Motivo por lo que los hace adicto a las redes sociales.
Los temas gastados de política, economía, gobernanzas, son temas repetitivos, que al parecer no estimulan a tomar una obra literaria en sus manos.
El tema de futuro, de extraterrestres, de penurias, hambrunas, pestes, justicia, paz, no hace que muchos se puedan sentar al deleite de pasar páginas y páginas.
Ya los temas de esas obras románticas a lo Romeo y Julieta, no caben en cierta mentalidad.
Temas que son ligados a la salud, dieta, enfermedades, al dinero, la tecnología, emprendurismo son los que llaman la atención en estos momentos. ¡Entendemos por algo hay que empezar!
Desde nuestra óptica queremos llevar una felicitación a todos aquellos que como quien escribe, cree en la literatura. Creo en el libro. Creo en los literatos.
Por lo que deseamos que ese arte de escribir no se pierda y que esta fecha, 23 de abril del 2020, sea un homenaje nacional e internacional a todos y cada uno de los que creen en los libros.
Dr. Frank Espino
El autor es médico, escritor y profesor universitario
