Ustedes en sus casas, yo en la mía y Dios en la de todos, esa debe ser la consigna asimilada para frenar la cadena de contagios del Covd-19.
Cuando se tenga entendida y se lleve a cabo, se podrá actuar con más seguridad emprendiendo acciones que serán positivas para todos.
Parece mentira que en una situación de alarma mundial por una pandemia que se ha llevado tantas vidas, todavía existan personas que quieran violentar unas reglas obligatorias dictadas por la necesidad de preservar la vida.
El confinamiento no es un favor que se les hace a los diferentes gobiernos, es al contrario, la mejor fórmula, la más inteligente para detener un contagio que de cara a la calle y a las reuniones de personas, se hace indetenible, salir a la calle es en estas circunstancias, ir al encuentro del virus.
Constituye una indignidad desobedecer una orden dada para el bien común, no como medida de castigo o para demostrar poder, ojalá se incluyera dentro del castigo a estos incontrolables, publicar sus nombres para ver si de esa manera, sienten en carne propia, la vergüenza de ser señalados.
Parecemos niños chiquitos, muchachos testarudos que no hacemos caso a las súplicas de los padres, no es posible que continuemos sin entender que la pandemia no es un juego, que son muchas las vidas perdidas y que si queremos ganarle la batalla, tendremos que acatar el llamado de mantenernos recluidos en nuestros hogares.
Puede que signifique un sacrificio ya que el solo hecho de saber que nos obligan, es suficiente para sublevar la rebeldía, sin embargo debe ser mayor la sensatez, no hay que estar dotados de inteligencia superior para entender que se trata de resguardar la vida nuestra y de nuestros seres queridos, porque el covid-19 es CONTAGIOSO.
El presidente Danilo Medina aprovechó el recién pasado Día Mundial de la Salud, para hacer un nuevo llamado, el mandatario exhortó a los dominicanos a tomar en cuenta la importancia de permanecer en sus hogares: “Ahora, el azote del coronavirus y su transmisión vertiginosa e implacable, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de mantenernos en casa como la forma más idónea de evitar el contagio”.
Quédate en casa, es el momento preciso para calentar el nido, hay miles de cosas que se pueden hacer, todo es cuestión de empezar, escribir, leer, cocinar, mientras hacen cualquier cosa, imaginen en lo que harán cuando pase el peligro y podamos abrazar a nuestra gente, salir, volver a sonreír con ganas.
¿Ustedes que harán?
No desesperar, ya queda menos, quédate un poco más.