“No es tiempo de perder tiempo. Dejemos atrás el ocio, el desperdicio y la indiferencia. Este virus ataca el cuerpo, pero realmente viene por tu conciencia. Dejemos de entender a medias, entendamos ya quién es el todo. Toma tu cruz y anda por tu casa, recorre tu alma y sujeta tus horas en esta encrucijada, porque no importa si un virus domina los suelos cuando estás alineado a quien gobierna desde el cielo. Nadie sabe el bien que tiene hasta que lo pierde, y nadie pierde más que aquel que se cree ganado. ¡Cuidado con lo que pierdes cuando ganas! Muchos dicen saber a dónde van, pero ya están perdidos. El que busque salvar su vida, la perderá pero el que pierda su vida por causa de Jesús, la hallará”. (Anónimo)
A veces me parece que el hombre solo aprende con las pruebas; con sus propias consecuencias; o cuando ha perdido el control; o cuando es descubierto en su real imagen y sin máscaras; o cuando ya no puede seguir fingiendo; o cuando ya sus palabras no pueden “.cubrir” sus apariencias; o cuando dejan de agradecer todo cuanto le envían; o cuando la soberbia de su inconsciencia es mayor que su aprendizaje y le vuelve y le vuelve a mandar la misma lección pero no la aprende y le manda una más grande para que abra sus ojos.
En estos días que hemos estando viviendo como país o como aldea mundial nos hemos dado cuenta de que todo lo importante estaba y ha estado en lo que llamábamos rutina que era malo, pero lo pernicioso era eso en sí, sino que lo hacíamos ya sin ofrecerle un valor en el día a día.
Nos decimos que la vida es hoy o que la vida se vive cada día; o que la vida se vive cada día con su afán; sin embargo, estoy seguro y sino peco de atrevido, que la mayoría no aplicábamos lo que nos decíamos.
Nos han puesto a prueba de todo aquello que no apreciábamos.
Vivimos maltratando lo mejor que nos han dado, la naturaleza, no hemos sabido cuidar el regalo del ambiente y todo lo que tiene.
Nos hemos visto obligados a dejar de estar en guerra y hoy tenemos que dedicar cada centavo para cuidarnos en salud y que trabajemos todos en comunidad o unidos como si fuéramos hermanos.
Nos han puesto a prueba que tan fuerte somos realmente como familia; como parejas; como amigos; como vecinos; como hijos; como esposos(as); como hermanos; como seres humanos.
Nos han puesto a prueba a vivir y hacer en casa, lo que otros hacían por nosotros; nos ha puesto a prueba a saber lo que es conocer tus hijos; jugar con ellos como quizás no lo hacías o habías olvidado; como es lidiar con todo por ti mismo o en conjunto con los que dices querer o son parte importante en ti; nos han puesto a recordar que lo que importa es la más preciado, la vida y la salud; el dinero, aún teniéndolo él presidente del banco Santander, murió sin poderlo evitar; el de cada país, aún con todo el poderío, no han podido evitar todo esto.
De esta prueba saldremos, lo importante es saber, si habremos podido ver desde el corazón todo lo realmente importante, para que el día de mañana, que llegará por más oscura que se la noche, podamos aprender para mejorar en todos los sentidos.