En Sociología se dice que cuando un tema ocupa las primeras páginas de los periódicos y se convierte en tema de discusión en la mayoría de los programas de radio y televisión, estamos frente a un gran problema social.
Los feminicidios son ya un gran problema social grave en la sociedad dominicana.
Lo peor de esta triste realidad es que estamos perdiendo la capacidad de reaccionar contra una especie de peste social, contra la cual todo ciudadano consciente y responsable debe indignarse y pedir a unanimidad que cese de una vez y por todas esta mala práctica, que nos acerca más a la barbarie que a la civilización, basada en la cultura del amor cristiano, que todo lo tolera, lo perdona y transforma devolviendo el bien por mal, ya que la sub-cultura de ojo por ojo y diente por diente nos conduce irremisiblemente a la perdición.
Tenemos que combatir desde el hogar, la escuela y las iglesias la sub-cultura del machismo autoritario que cree que la mujer es un ser inferior que se puede reducir a una cosa que pertenece al hombre, de tal manera que si decide dejarlo tiene derecho a eliminarla como si fuera un ave doméstica.
Con dolor tenemos que reconocer que el modelo de gobierno autoritario que hemos tenido desde Santana hasta hoy, ha venido a reforzar esta sub-cultura machista.
Por esta razón este tremendo problema de los feminicidios necesita un enfoque multifactorial que comprometa a las instituciones públicas y privadas a trabajar en equipo para enfocarnos en cambiar esa sub-cultura machista por una cultura basada en el amor cristiano, donde todos somos parte del problema y debemos ser parte de la solución.
Ahora que estamos en un período pre-electoral es muy oportuno que exijamos a todos los candidatos que presenten propuestas estratégicas, claramente definidas de qué van a proponer a la sociedad dominicana para combatir este flagelo vergonzante de los feminicidios.
Necesitamos propuestas de políticas públicas que se orienten a rescatar la familia como base de la sociedad.
Necesitamos políticas públicas que promuevan la paternidad responsable.
Necesitamos políticas públicas que acaben con el desorden y el caos en las escuelas públicas en cuanto al mal uso del tiempo y de los planteles que se han construido con el 4% del Presupuesto que se ha invertido en Educación sin que tengamos los resultados deseados.
Necesitamos propuestas para que entre el Ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) se firme un pacto para garantizar el buen uso del tiempo, ya que éste, una vez que se pierde, nadie lo recupera.
Se ha inventado un concepto engañoso: recuperación. El tiempo perdido nadie lo recupera.
En esta alianza estratégica de todos los agentes que intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje se deben inculcar los valores del respeto a todo ser humano, pero más a toda mujer que debe ser vista como una extensión de nuestra madre personal.
El feminicidio de la Licda. Anabel González Ureña ha puesto de manifiesto la debilidad de la Justicia frente a un sujeto del cual ella escapó milagrosamente en Diciembre del 2017.
Necesitamos una Justicia intransigente frente a todo sujeto que ha agredido a una dama, amenazándola de muerte.
El jueves pasado el Listín Diario publicó en la Pág. 9 este titular: “En 6 meses se han emitido 14,279 órdenes de alejamiento” y yo añado: “por manifiestos actos de violencia contra la que es y debe ser imagen de nuestra madre: Toda mujer”.
Estas cifras dejan claro que los feminicidios son ya un super agudo problema social.
Espero que nuestros jueces se pongan las pilas y que por favor no le fallen a ninguna mujer dominicana más, por ninguna razón.
Juan Núñez Collado
