Las crisis pueden ser definidas como aquellos eventos o cambios bruscos que se presentan de forma inesperada sobrepasando el umbral de tolerancia de la persona.
La intervención en crisis es un proceso que busca mejorar la condición emocional de la persona al momento de presentarse una emergencia, reduciendo el impacto de los eventos estresantes y permitiendo la reincorporación funcional de la persona a sus labores cotidianas.
Estas pueden presentarse de forma individual o colectiva como las crisis de estrés postraumático y la crisis de histeria colectiva. Afectando nuestra salud, relaciones, finanzas, emociones y espiritualidad.
En términos generales estas afectan el equilibrio emocional produciendo síntomas inmediatos como son: angustia, tensión, miedo, inseguridad, ira, irritabilidad, frustración y en algunos casos culpa.
Las crisis pueden dividirse en dos grupos principales:
Crisis Normativas o Madurativas: que tienen que ver con las etapas propias del desarrollo del ciclo vital. Ejemplo las crisis de la adolescencia y la crisis por jubilación.
Las crisis circunstanciales: que tienen que ver con eventos inesperados que escapan a nuestro control. Ejemplos desastres naturales, accidentes, crisis financieras y diagnósticos médicos terminales, entre otros.
Toda emergencia o crisis tiene como elemento principal sorpresa y la individualidad, que hace difícil predicción y prevención. Sin embargo, existen medidas de soporte psicológico que podemos utilizar frente a las crisis en términos generales.
¿Cómo enfrentar una emergencia?
1- Respire profundamente hasta tener cierta calma.
2- Tome conciencia de la realidad tal cual es y acéptela.
3- Evalué objetivamente la situación y determine si requerirá hacer cambios adaptativos para enfrentarse a esa situación en específica.
4- Evite los pensamientos negativos recurrentes y piense en la crisis como una posibilidad de aprendizaje y cambio.
5- Recurra a la fe y al apoyo espiritual.
6- Desarrolle un plan de acción para solucionar la situación que garantice la seguridad personal y de las demás personas involucradas.
7- Determine si necesitara ayuda de otras personas o profesional y si es así solicite ayuda.
8- Enfrente la crisis con el enfoque en Dios y viviendo un día a la vez.
9- Recuerde que todo pasa incluyendo su situación actual.
10- Utilice la crisis como taller de empoderamiento para enfrentarse a eventos futuros.
Raynelda Núñez
La autora es Psicóloga y Terapeuta Familiar