Nuestros obispos en su Asamblea Plenaria 57, reunión anual donde nuestros pastores, planean y evalúan el trabajo pastoral y social, nos han advertido sobre el intento de la implementación de una política de género por parte del Ministerio de Educación de la República Dominicana.
El diccionario nos define ideología como el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, una colectividad o una época (Idea= apariencia o forma, y el sufijo –logia, se traduce como “estudio).
Según el papa emérito Benedicto XVI, la ideología de género es la última rebelión de la creatura contra la condición de creatura. Con el ateísmo, el hombre moderno pretendió negar la existencia de una instancia exterior que le dice algo sobre l verdad de sí mismo, sobre lo bueno y sobre lo malo. Con el materialismo, el hombre moderno intentó negar sus propias exigencias y su propia libertad, que nacen de su condición espiritual.
Ahora, con la ideología de género, el hombre moderno pretende liberarse incluso de las exigencias de su propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se constituye a sí mismo; una pura voluntad que se autocrea y se convierte en un dios para sí mismo.
Observemos como una falsa concepción de la vida desencadena en algo cada vez peor. Cada corriente de pensamiento deja secuelas fatales para la correcta postura de la existencia: El ateísmo, el hombre sin Dios; luego el materialismo, el afán de desmedido por las cosas materiales; y ahora la ideología de género, que lleva consigo una agenda nociva, como han dicho los prelados, afectando el contenido del proceso educativo de los alumnos. La aplicación de una política de género- sostienen nuestros pastores-, ha abierto la puerta para la entrada de ideologías que destruyen la familia, los valores y la cultura.
Ha sido positiva y oportuna la reacción de los padres, cuando han dicho, aquella frase emblemática: “Con mis hijos no te metas”. Es una respuesta a la Orden Departamental 33-2019, del Ministerio de Educación de la República Dominicana. Es que de permitirse que se fomente esta Orden, tendríamos una deformación, pues esta ideología propone la búsqueda de la libertad total del hombre en todos los órdenes, la familia, la sexualidad, la educación, la religión, etc.
Defienden, además, que cada persona debe elegir libremente, al género al que le gusta pertenecer según los momentos y etapas de la vida: ahora asume el rol de heterosexual, luego el rol de bisexual, y más tarde el de homosexual, etc.
En el año de 1995, en la IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la mujer, en Pekín (China), activistas de esta ideología promovieron su inclusión y muchos países apoyaron creyendo que se trataba de una lucha a favor de los derechos de la mujer. Pero esta corriente destructiva se vistió de oveja, de supuestas luchas legítimas, y las consecuencias ha sido un hueso duro de roer.
Detrás de la guerra por imponer la ideología de género se encuentran países poderosos. El papa Francisco afirma, que la familia es el principal espacio pedagógico primario para la formación del niño. Es un derecho legítimo de un niño crecer en una familia, con un padre y una madre capaces de crear un ambiente idóneo para su desarrollo y su madurez afectiva. Pongamos mente y corazón, y no nos dejemos confundir de los que solo buscan desestructurar la familia, el tesoro más rico de la humanidad.
Felipe de Js. Colón
El autor es, juez del Tribunal Eclesiástico.