Se piensa que desde 1845 por los primeros 10 años que llegaron a Caracas, los Duarte habitaban en una de las casas de pensión de su primo José Prudencio. Juan Pablo estuvo muy poco tiempo en Caracas en esos años y no fijó su residencia en esta ciudad, hasta su regreso de San Fernando de Apure, el 8 de agosto de 1862.
En 1855, Rosa Duarte adquirió una vivienda y la habitaban los Duarte desde 1859. Estaba ubicada en la parte céntrica de Caracas, en la llamada esquina del chorro, a menos de dos cuadras de la casa de Bolivar. Ese era el barrio de los mantuanos, como llamaban a la gente pudiente de Caracas en esos días.
Esta casa al parecer la había adquirido Rosa Duarte con el dinero que llevó desde Santo Domingo, cuando fueron exiliados en 1845 y obligados a deshacerse rápidamente de sus propiedades aquí, dinero que no había gastado al parecer hasta esa fecha.
Estaba ubicada casi enfrente de la Iglesia de San Jacinto y la visión comercial de Duarte, le hizo ver lo conveniente de instalar una fábrica de velas para venderselas a los fieles que la visitaban, lo cual en esa época era un buen negocio, pues hay que recordar que no había todavía luz eléctrica para iluminar las viviendas y que además, las personas devotas, acostumbran encender velas a los santos de su devoción en las iglesias y también en sus hogares. Los Duarte Diez vivieron ahí hasta 1875, cuando se desocupó una casa propiedad de su tío Mariano Díez, donde residía su cuñada María Ignacia Villeta de Duarte y sus sobrinos Duarte Villeta, hijos de Vicente Celestino .y su esposa..
La casa se desocupó por la muerte de María Ignacia y sus hijos marcharse a vivir a otra ciudad en Venezuela. Duarte y sus hermanas se mudaron a esa vivienda y seguramente alquilaron la casa de la esquina del chorro, para hacer frente a los cuantiosos gastos que la enfermedad de Juan Pablo acarreaba. Fue en esta casa que falleció el fundador de la República Dominicana un año después de habitarla.
Esa casa estaba ubicada dos cuadras al sur de la anterior, en la misma parte de la ciudad. O sea, que desde que fijó su residencia en Caracas en 1862, hasta su muerte, 14 años después, Duarte junto a sus hermanas, residieron en un área de la ciudad, donde residía la clase social más alta de Venezuela.
Entonces, si sus tíos poseían varias casas y viviendas en esa zona y eran personas acaudaladas que los apoyaban ¿Cómo es que se quiere decir que Duarte murió en la miseria? Hoy existen bases para refutar con argumentos convincentes esa afirmación.
Y tan influyente eran los familiares de Duarte, que un primo suyo, hijo de Mariano Díez, Antonio Díez Jiménez, ocupó la Presidencia de Venezuela interinamente en I886, diez años después de la muerte del patricio
Durante estos 10 años, de 1866 a 1876, Duarte era visitado por exiliados dominicanos de los regímenes de Báez, particularmente el de los seis años (1868-74). Entre ellos figuraban Mariano Cestero, Apolinar Castro y Juan Tomás Mejía Cotes. Asimismo hizo gran amistad con el exiliado independentista puertorriqueño Andrés Vizcarrondo, condenado a muerte en su país, que se convirtió en uno de sus más asiduos visitantes, pues residía en Caracas.
Es una pena que ninguno de estos visitantes, dejara constancia escrita de sus conversaciones con Duarte.
Además de estos visitantes, Duarte se carteaba con dominicanos importantes como José Gabriel García y Félix María Delmonte.
Este último, amigo de Duarte desde su juventud, era sin embargo separatista y nunca colaboró con el ideal independentista de su amigo. Delmonte era parte del gabinete de Báez, durante el gobierno de los seis años, (1868-74) cuando este anexó el país a los Estados Unidos en 1869 y se mantuvo gobernando esos seis años, por el apoyo del Presidente Grant de ese país. El acuerdo no fue ratificado cuando llegó al senado americano en 1871.
Escrito por Julio M. Rodriguez.